
Todo un árbol en un tiesto
Los bonsáis son, en efecto, árboles de diferentes clases que, a partir de semillas o esquejes y mediante específicas y sucesivas técnicas de poda, alambrado y transplante, llegan a la edad adulta, adquiriendo dimensiones reducidas como para vivir en una maceta.
Pese a que han sido considerados como especies de interior, lo cierto es que la gran mayoría no lo es, ya que se trata de árboles que viven al aire libre en su hábitat correspondiente. Por eso, podrán adaptarse con mayor o menor éxito a las condiciones peculiares de cada hogar.
Procedencia del nombre
El término bonsái es una palabra japonesa compuesta por dos signos gráficos: ‘bon’, que significa ‘recipiente’ y ‘sai’, que quiere decir ‘árbol’. Su traducción literal vendría a ser algo así como ‘árbol en maceta’.
Una historia milenaria

Fue a partir de los siglos X u XI, cuando los bonsáis fueron llevados a Japón por misioneros budistas chinos como elemento religioso que conducía a Dios. Allí se aprendió y se perfeccionó su cultivo. Si bien originariamente constituyeron un símbolo de distinción de la aristocracia nipona, pronto terminaron popularizándose entre las clases medias.