Descender al punto de mayor profundidad del óceano es lo más parecido a adentrarse en el abismo

Descender al punto de mayor profundidad del óceano es lo más parecido a adentrarse en el abismo
La fosa de las Marianas es la zona más profunda del fondo del mar. En el Pacífico occidental, al este de China, Filipinas e Indonesia, se encuentra esta gigantesca depresión submarina que cuenta con algo más de 11.000 metros de profundidad, superando con creces la altura del Everest.Con una longitud de más de 2.550 kilómetros y una anchura de 70 kilómetros, la llamada fosa Challenger, como se la conoce también, soporta presiones de más de 1.000 bares -mil veces más que a nivel del mar.
Un auténtico abismo
Esta fosa abisal, dadas sus condiciones extremas, no puede más que caracterizarse por ser un entorno oscuro y frío, ya que difícilmente llega la luz; denso, ya que soporta una ingente presión; y, en definitiva, poco propicio para la vida.La vida se abre camino
Aun así, este medio no está totalmente exento de vida. Su fauna se reduce a muy pocas especies que están más o menos adaptadas a esta profundidad, como algún tipo de cangrejo, peces abisales y una infinidad de pequeños organismos microscópicos, como plancton, bacterias, etc., que hacen un continuo ejercicio de supervivencia.Desentrañando sus verdaderas dimensiones
La fosa de las Marianas ha sido objeto de numerosos intentos de exploración. En 1948, el barco de la marina inglesa HMS Challenger II hizo una primera inspección y estimación de su profundidad máxima en 11.250 metros en la parte suroeste.Fue en 1960 cuando se midió su profundidad con mayor exactitud gracias al batiscafo Trieste, adquirido por Estados Unidos. Este pequeño submarino, diseñado, como todos los de su género, para soportar altísimas presiones, permitió determinar la profundidad oficial de esta fosa abisal.