Constituye uno de los complejos religiosos de mayor relevancia en el antiguo Egipto

Constituye uno de los complejos religiosos de mayor relevancia en el antiguo Egipto
A tres kilómetros de Luxor, antigua ciudad de Tebas, se encuentra en la orilla este del Nilo, Karnak, uno de los complejos religiosos más impresionantes del antiguo Egipto. Está compuesto por diversos templos, entre los que destaca el gran templo de Amón, y otras muchas construcciones, como palacios, vías, monumentos, etc.
Está dedicado a los dioses Amón, Montu y Mut, aunque existen también aquí otros pequeños santuarios o capillas donde se rendía culto a otras deidades como Jonsu, Opet y Ptah.
Karnak, toma su nombre de la vecina localidad de el-Karnak. Su nombre en el antiguo Egipto, Ipet Sut, significaba “el lugar más venerado”.
En este conjunto de ruinas de más de un kilómetro cuadrado de extensión se distinguen tres recintos diferentes, delimitados por lo que queda del antiguo muro de ladrillo que los cerraba: el gran templo de Amón, ubicado en la zona central, es el mayor, el más importante y asimismo el que mejor se ha conservado; el templo de Montu, dios de la guerra, al norte; y el de Mut, diosa madre y esposa de Amón, al sur.
Una amplia avenida adornada con esfinges de cabeza de carnero, símbolo del dios Amón, conduce al primer pilón, que da entrada al gran templo de Amón. Situado en la zona central del complejo de Karnak, forma un trapecio que se divide, a su vez, en diversos templos menores y algunas capillas. Todo se estructura en una serie de pilones o inmensas columnas de diferentes periodos, patios, salas, capillas dedicadas a otros dioses y un santuario principal.
La gran sala hipóstila, conocida con el apelativo de “bosque de piedra o bosque de columnas”, es uno de los recintos más impresionantes del templo de Amón. Está situada a continuación del segundo pilón y alberga más de un centenar de columnas en forma de papiro, doce de las cuales son mayores y conforman el pasillo central. Cada columna tenía unos cinco metros de diámetro y más de veinte metros de alto. La sala cuenta con 104 metros de largo, 54 de ancho y 24 de alto.
La construcción del complejo de templos de Karnak duró muchos siglos, aproximadamente desde el 2.200 a.C hasta el 360 a.C, a la que fueron contribuyendo hasta treinta faraones de distintas dinastías. Cada uno de ellos se propuso la tarea de ampliar y embellecer el conjunto, que originariamente partió de un pequeño templo consagrado a Amón en tiempos del Imperio Medio. Tutmosis I y Hatshepsut además erigieron obeliscos, entre los que destaca el dedicado a la reina, de 30 y pico metros de alto. Algunos de los materiales con que fue erigido todo este complejo son el granito, la piedra arenisca, el alabastro y la piedra caliza.