El acontecimiento que inspiró a Homero a relatar La Iliada

El acontecimiento que inspiró a Homero a relatar La Iliada
El príncipe Paris fue enviado a Grecia en busca de Hesione, hermana de Príamo, Rey de Troya. Ella fue raptada por Hércules tras haber dado muerte a Laodemonte.Tras desembarcar en Citera la flota troyana pasó a Esparta donde Helena, la mujer más bella de toda la Grecia Antigua, se encargaba del reinado por la ausencia de Menelao, su esposo, que viajaba hacia Pilos.
Cuando Paris vio a la hermosa doncella pensó que era la mujer que la diosa Afrodita le había prometido por entregarle la manzana de oro. El joven príncipe de Troya se olvidó de su misión y sólo pensaba en apoderarse de Helena, quien también se enamoró de él y le pidió que huyese de Esparta para no cometer una infidelidad.
Aún así, Paris y sus hombres asaltaron el palacio y se llevaron los tesoros del rey Menelao y a Helena, que aunque fue capturada a la fuerza, le siguió sin desgana.
Al enterarse Menelao, reunió a los antiguos pretendientes de Helena, ligados por el juramento ideado por Ulises, rey de Ítaca, por el cual los pretendientes de Helena se comprometían a respetar al marido elegido y a ayudar a éste contra quien se la disputase. Encabezados por Agamenón, rey de Micenas y hermano de Menelao, se disponían a realizar una expedición contra Troya.
Pero Calcas, el adivino griego, había predicho que la ciudad no sería tomada sin Aquiles y que el formidable héroe moriría en la guerra. De esta forma, la diosa Tetis, madre de Aquiles, había ocultado al muchacho disfrazado de mujer con el nombre de Pirra, en la corte del rey Licomedes.
Para descubrir a Aquiles, Ulises se disfrazó de mercader y se presentó en la corte, ofreciendo a las damas una caja que contenía joyas y armas. Todas ellas eligieron joyas a excepción de Aquiles, que escogió una espada, con lo cual descubrió su verdadera personalidad. Ulises, convenció fácilmente a Aquiles para que acudiese a Troya.
Una vez la armada aquea llegó a Troya, se concertó un duelo entre Paris y Menelao que decidiría el conflicto, pero cuando el rey espartano se disponía a matar al príncipe troyano, Afrodita lo salvó envolviéndole en una niebla que le permitió huir. Ya no quedaba más opción que una guerra.
Durante el enfrentamiento, Aquiles realizó numerosas hazañas convirtiéndose en el héroe de sus aliados y en una pesadilla para los sitiados. Tras la conquista de Lyrmese, obtuvo como parte del botín a Briseida, hermosa hija de Briseo, sacerdote de Apolo.
Entonces Agamenón, que había rivalizado con Aquiles, ordenó a dos oficiales suyos que secuestrasen y trajesen a la joven sacerdotisa a su tienda, con lo que el soberbio guerrero aqueo decidió no seguir combatiendo al verse gravemente ofendido. Este hecho dio una gran ventaja a los troyanos.
La causa por la que Aquiles volvería a luchar, pasado un año, fue la muerte de Patroclo, su íntimo amigo y amante, a manos de Héctor, hermano mayor de Paris y heredero de la corona de Troya. El gran dolor que supuso a éste le hizo retar al príncipe para vengar la muerte de su amado.

Tras diez años de conflicto, el ejército griego estaba completamente exhausto y el viejo Calcas advirtió que para vencer necesitaban emplear la inteligencia en lugar de la fuerza. Acto seguido el astuto Ulises tuvo la idea de construir un enorme caballo de madera donde los mejores héroes se introducirían y el resto de la tropa huiría a la isla de Tenedos tras quemar el campamento. Sólo Sinón, un primo de Ulises, se quedaría en tierra con el encargo de encender una hoguera como señal de regreso.
Como estaba previsto, Sinón fue apresado y contó a los troyanos que huyó de los griegos porque lo querían sacrificar a los dioses para tener ellos un buen regreso y que el caballo era un regalo en honor a la diosa Atenea construido para el mismo fin. Sinón convenció a éstos y el presente se introdujo en las murallas de la ciudad y entrada la noche los héroes salieron del caballo e hicieron una señal de fuego para que la armada aquea volviese a Troya.
Durante la batalla, Paris lanzó una flecha que hirió a Aquiles en su talón, su único punto débil, lo que propició su muerte. Aún así, en cuestión de horas la ciudad troyana cayó en poder de Grecia.